lunes, 18 de mayo de 2009

Resisten el desalojo de un hogar de niños católico


"Los chicos no se van. Los chicos no se van." Ese fue el cantar de los muchos vecinos de Chacarita que ayer por la tarde se reunieron frente al Hogar San José Obrero, perteneciente a la Fundación Felices Los Niños, para reclamar que se dejara sin efecto el desalojo de esa institución, creada por el sacerdote Julio César Grassi.

Los 15 menores, que hasta ayer permanecían dentro del hogar, situado en Charlone 753, se sumaban con sus cánticos a los vecinos y saludaban desde la terraza en señal de agradecimiento. En un momento, descendieron a la planta baja del edificio y dialogaron con la gente desde la ventana.

"Queremos decir a la jueza que nos queremos quedar acá. Si nos sacan de acá, no sabemos adónde vamos a ir. Nos separan de nuestros hermanos y amigos", dijo uno de los internos y añadió: "También queremos que vuelvan los chicos que se llevaron del hogar en la mitad de la noche".

La jueza civil Myriam Rustán de Estrada ordenó el 23 del mes pasado reubicar a los niños en otras instituciones, al comprobar la Justicia que hubo reiterados casos de abusos y maltratos a los niños internados. El plazo para finalizar la reubicación de los 48 menores venció el viernes pasado, por lo que la jueza ordenó concluir el traslado de los niños.

Cientos de personas participaron ayer de la protesta que tuvo lugar en Charlone y Giribone, donde se encuentra la institución.

Había muchos vecinos de la zona y colaboradores de otros hogares de la Fundación Felices Los Niños.

"Justicia, justicia", gritaban mientras agitaban banderas argentinas y elevaban crucifijos en reclamo de una solución.
Opiniones

"Vine porque no se están respetando los derechos de los chicos. No comparto la idea de que los saquen, independientemente de lo que pase con el padre Grassi [que está siendo investigado por 17 denuncias de abuso y corrupción de menores]", dijo Graciela Crubellati, vecina de Chacarita.

Una voluntaria del hogar sostuvo en un e-mail que envió a LA NACION: "Soy testigo de la tarea de los voluntarios en el hogar, que cotidianamente colaboran con el cuidado y la alimentación de los chicos. Se encargan además de llevarlos a las visitas médicas y psicológicas necesarias".

La protesta comenzó con un oficio religioso, que duró media hora. Luego, el conductor televisivo Raúl Portal, miembro de la fundación, pretendió ingresar en el lugar, pero la custodia policial se lo impidió.

Hasta el cierre de esta edición no se habían registrado en el lugar incidentes como los del viernes pasado, cuando algunos niños del hogar, junto con vecinos de la zona, se enfrentaron con personal del Cuerpo de Infantería para evitar el desalojo.

"Vino mucha gente [a la concentración de ayer], porque conoce la obra y no cree en las mentiras que están diciendo. Se puede dudar, pero es difícil contradecir imágenes. Los chicos están bien, se los ve sanos y felices. Por eso se quieren quedar", dijo Portal a LA NACION.

La investigación sobre la institución se inició con la denuncia radicada por el obispo auxiliar y vicario episcopal de la zona Belgrano de la Arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Horacio Benites Astoul, quien alertó sobre el intento de suicidio de un nene de ocho años.

Grassi, en tanto, opinó ayer que la medida de Rustán de Estrada es "totalmente desacertada".

Por su parte, Nora Schulman, la directora del Comité del Derecho del Niño, defendió la decisión de la jueza, ya que, según informó, se detectaron "irregularidades graves" dentro del hogar.


Luego de los incidentes, suspenden el desalojo del hogar del padre Grassi


Agentes del Consejo de Menores porteño decidieron suspender el proceso en "San José Obrero", perteneciente a la fundación “Felices los Niños”, hasta que haya "garantías" para la integridad de los menores que permanecen en el lugar.


Agentes del Consejo de Menores porteño decidieron suspender este lunes el desalojo del hogar San José Obrero, perteneciente a la fundación del cura Julio César Grassi, hasta que existan "garantías" para la integridad de los menores que aún permanecen en el lugar.

"No podíamos continuar con el traslado, porque no había seguridad. El cumplimiento de la orden se vio imposibilitado por la ausencia de oficiales", señaló la titular del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, Jessica Malegarie.

Desde este organismo se le solicitó a la Justicia que intervenga para evitar desmanes cuando se complete el mandato judicial.

A la espera de una definición en el tema, Gladys Suárez, vicepresidenta del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes, se reunió durante la tarde con la jueza Myriam Rustán de Estrada, quien había librado la orden de traslado.

"Esperamos que la jueza defina cómo continuará el traslado. La orden era que ningún niño permanezca en el lugar a partir de hoy", indicó Malegarie.

La funcionaria expresó su preocupación "por la vulnerabilidad a la que están sometidos los chicos", para después denunciar que los niños "reciben presiones desde afuera y son cautivos de intereses particulares graves".

"La gente gritaba y presionaba a los chicos, al decirles que el hogar se cerraba por culpa de ellos, que el pueblo estaba con ellos. Eso generaba mucha presión y no son los niños quienes tiene que recibirla", afirmó.

En cuanto a las irregularidades que supuestamente presentaba el lugar, Malegarie aseguró que "no contaba con el personal necesario, ya sea en calidad y cantidad".

Otro de los temas que la funcionaria quiso aclarar fue el referido al paradero de los chicos que ya fueron trasladados y que desde la fundación de Grassi denunciaron que "nadie sabe a dónde los llevaron".

"Sabemos dónde están los chicos, pero esa información no puede ser pública, porque tenemos que preservarlos y evitar que corran riesgos. Desmentimos que hayan desaparecido, están con una serie de profesionales", precisó Malegarie.

Agentes de esa dependencia permanecen al cuidado de los 12 chicos que continúan en el hogar y resisten el desalojo.

En tanto, vecinos y miembros de la Fundación "Felices los Niños" continuaron apostados en la puerta del hogar, situado en el barrio porteño de Chacarita, para evitar que se complete el desalojo.

Por la mañana, unos 50 integrantes de la fundación encabezada por el padre Julio Grassi -quien en las próximas semanas escuchará la sentencia de un juicio que se le sigue por presunto abuso de menores-, algunos de ellos identificados como vecinos del lugar, se convocaron allí para exigir que se interrumpa el desalojo.

Varios de los manifestantes portaban carteles de apoyo a Grassi, entre otras leyendas, además de banderas argentinas.

El viernes pasado se produjeron incidentes, empujones, y algunas personas resultaron heridas, durante un desalojo en el que sólo se llegó a evacuar del lugar la mitad de los 28 menores que se encontraban en el hogar situado en Charlone 763.

La orden de desalojo emitida por la jueza Myriam Rustán de Estrada se fundamentó en supuestos abusos y malos tratos a los chicos.

En tanto, la denuncia inicial había sido radicada por el obispo Horacio Benites Astoul, quien alertó sobre el supuesto intento de suicidio de un nene de ocho años.

Por su parte, la titular de la ONG CASACIDN (Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de los Derechos Internacionales del Niño), Nora Schulman, denunció que recibió amenazas de muerte por sus críticas al accionar a los integrantes de "Felices los Niños".

"Esto parece más una defensa del cura Grassi y del propio hogar, que de los chicos. Si les importan los menores, ¿por qué no siguen haciendo la misma tarea en los lugares en los que sean trasladados?", se preguntó.

También señaló que los menores habrían sido "presionados" por miembros de la fundación y anticipó que va a presentar una denuncia contra los medios que mostraron las imágenes de los menores internados, mientras se preguntó "¿de dónde sacaron los chicos los celulares que tenían?".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...