miércoles, 6 de mayo de 2009

Al Diablo con este cura


Si hemos visto cosas raras en el Juicio al Padre Julio César Grassi, nada supera la aparición de un Grupo de “fieles” llamados evangélicos que con carteles manifestaron su negativa al celibato sacerdotal. Estos “fanáticos” repartían folletos y revistas en las que aseveraban que los célibes son poseídos por el Demonio y son abusadores sexuales de menores. Así de fácil la hacen. ¿Quiénes son? Se hacen llamar “La última Reforma”. Llevaban cámaras de TV, sombreros tipo cowboy y una camiseta con la inscripción en rojo del número 666. Justamente cuando el Padre Grassi daba una nota a Crónica TV y a TN, el líder de esta secta se le acercó y levantó un cartel escrito sobre una cartulina amarilla en el que decía: “El celibato es violación” y otro afiche al lado invitaba a los fieles a participar de sus “Reuniones con Poder y Milagros” en la calle Anchoris de la localidad de San Justo. Otro cartel invitaba a ver la cadena de TV “Telegracia” con un paréntesis abajo que aconsejaba solicitarlo al operador de cable si no le aparecía en la grilla. O sea que aprovecharon al Padre Grassi para “robar segundos de publicidad gratis en televisión”. Eso no fue todo. El Padre Julio Grassi mientras tenía que soportar al Pastor que llevaba el 666 en su camiseta, quien le decía en la oreja: - ¡Afuera Diablo!...Vade Retro Satanás…Te conjuro a que vuelvas al Infierno!, por el otro lado tenía que sentir con pena que dos señoras que lo apoyaban al cura decidieran hacer el anti exorcismo MANDANDO AL DIABLO al de la camiseta, al del cartel y a todos los sombreritos de Bonanza. Se armó un verdadero Infierno de insultos bíblicos: -¡Sepulcros blanqueados!, gritaba una viejita…Mientras que uno de la secta le tiraba agua bendita. No conformes con el contraataque las fieles al Padre Grassi comenzaron a patear el medidor de gas de los Tribunales por lo que estuvieron a un segundo de “seguir la pelea todos juntos en el Purgatorio”. El Padre Grassi, en el medio ya ni sabía qué le estaba respondiendo a los cronistas televisivos y por dentro seguramente ardiendo de furia, aguantaba “no decir malas palabras en arameo” a la patota evangélica y a las Viejitas Cruzadas que se ponían a la misma altura de los agresores. Parece ser que los miembros de la “Ultima Reforma” cuya sede central está en Miami van a recibir una demanda muy fuerte por parte del Padre Julio Grassi por injurias, daños y perjuicios.

Lo novedoso de esta secta es que se dedican a presentarle chicas o señoras casamenteras a los sacerdotes jóvenes y no tan jóvenes para “convertirlos” y llevarlos por el Buen Camino, ya que afirman en su primer mandamiento fundacional que el CELIBATO es una Doctrina de Demonios, parafraseando Génesis 2, 18: “No es bueno que el hombre esté solo”… Diariamente llama a la Fundación la señora elegida por esta secta para que convierta al sacerdote y el Padre no la atiende. Furiosa y desairada, la doncella despechada fue quien más lo insultó a la entrada del Juicio. Llevaba un cartel tipo escapulario colgado del cuello que tiene un corazón quebrado que de un lado decía: Julio y del otro Satán.

¡Cosas vedere Sancho que non credere!

Tomado de: http://politicaydesarrollo-archivo.blogspot.com/

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